Conocemos que en Corea del Sur hay una gran mitología, desde monstruos, pasando por leyendas sobre la propia historia del país o diversos tipos de fantasmas. Hoy, para cerrar el País del Mes de Corea del Sur, os contamos sobre algunos de estos seres para que los conozcáis algo más.
GUMIHO
Los gumiho (구미호) son criaturas míticas que aparecen en los cuentos y leyendas de Corea del Sur. Literalmente, la traducción sería un zorro de nueve colas, y deriva de la mitología china.
El origen es puramente animal. Cuando un zorro alcanza los 1.000 años de vida, es cuando se transforma en gumiho y adquiere poderes, entre ellos, el de transformarse en mujeres muy bellas, con la intención de seducir a un hombre y comerse su hígado. En algunos casos, la leyenda habla de comerse el corazón, pero normalmente encontraremos que será el primer órgano el que se mencione a menudo.
Resulta curioso que en el caso chino (huli jing) y japonés (kitsune), el gumiho tenga cierta dualidad en su moral, llegando a ser bueno o malo, sin embargo, en la versión coreana, se considera siempre a este ser mitológico malvado. Se desconoce en qué momento en los cuentos populares coreanos se comenzó a hablar del zorro como un ser maligno, ya que en antiguas escrituras chinas siempre se le menciona como benevolente y ayudando a los humanos.
La gran diferencia con sus compañeros chino y japonés es que el gumiho coreano tiene algo llamado el 여우구술, una cuenta/canica de zorro que contiene conocimiento, y que provee al zorro de poder e inteligencia si un humano se la traga. En este último caso, el gumiho puede absorber la energía de la persona con un beso.
Finalmente, se dice que si un gumiho se abstiene de matar y comer humanos durante otros 1.000 años, se puede transformar en un humano real. En ese caso, perderían su condiciones de espíritu malvado y vivirían simplemente como personas.
IMOOGI
El imoogi es un tipo de dragón coreano, se le considera el origen de todos los dragones, a pesar de que es representado como una serpiente ya que no tiene patas. Debido a esto, los imoogi aspiran a ser dragones al completo, y los propios coreanos pensaban que si cazaban una joya que solían llevar, llamada yeouiju, caída del cielo, se transformaría en uno.
Pero también se les tenía miedo porque se les consideraba criaturas sin hogar y maldecidas, por lo tanto, su carácter era más maléfico que bondadoso.
En otras ocasiones, se consideraba al imoogi la antesala de un dragón. Si conseguía vivir durante 1.000 años, podrían llegar a transformarse en dragones completos. En este caso, su naturaleza era benevolente y se asociaban con la buena suerte.
DOKKAEBI
Los dokkaebi son conocidos como diablillos traviesos que en ocasiones pueden ayudar a los humanos y en otras, engañarlos. Su naturaleza bromista les hace querer jugar y desafiar a los que se encuentran por el camino para dejarles pasar y que continúen.
Estos seres son muy buenos en la lucha y vencerlos no es fácil. Debido a la multitud de leyendas e historias, su apariencia, y por tanto, modo de hacerles frente, es variada. En algunas ocasiones se dice que solamente tienen una pierna, por lo que deben ser enganchados por ella para empujarles y ganar. En otras, cuentan que para poder vencerles, su lado derecho debe explotar.
Pero normalmente son considerados criaturas de buena fe. Traen buena suerte a los hombres, y con sus poderes, pueden hacer que haya grandes cosechas y defender de los espíritus malvados. Debido a esto, son habituales los rituales para mantenerles contentos. Pero en algunas comunidades los dokkaebi no son bienvenidos por considerarse que traen enfermedades y provocan incendios, y esos rituales se transforman para ahuyentar a estos pequeños diablillos.
En las historias y leyendas podemos encontrar hasta ocho tipos de dokkaebi, a pesar de no tener una forma definida. Pero se les divide según si son benevolentes, malvados o amigables con los humanos.
CHOLLIMA
También llamado el caballo de los mil li (el li es una medida de longitud que equivale a 500 metros), es un caballo alado, similar al pegaso.
Se dice de él que demasiado elegante y rápido para ser montado por cualquier mortal, pero podemos encontrar representaciones en las que se ve a hombres montando al chollima como símbolo de poder.
En Corea del Norte es habitual encontrar carteles con la figura del caballo alado montado por militares e incluso en la ciudad de Pyongyang, también debido a que el nombre de esta criatura fue el elegido para el plan de desarrollo económico del país, haciendo alusión a su velocidad y rapidez.
En ocasiones podemos encontrar al chollima con alas y en otras simplemente representado como un caballo normal, pero veloz.
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