Con este artículo, quiero dar a conocer el Programa Templestay y acercaros un poco más el budismo coreano Seon desde un punto de vista diferente con el Programa de estancia en Templo , que es un programa cultural que da la oportunidad de conocer los 1700 años de la tradición del budismo coreano. Se trata de una experiencia única de pasar dos o tres días en un antiguo templo y vivir la vida de un practicante budista.
La larga trayectoria que ha tenido el budismo desde que se introdujo ya nos la ha contado en artículo de la Llegada del Budismo a Corea nuestro compañero Jose Félix Perea, y por tanto si quieres saber más sobre este tema en concreto puedes leer el artículo aquí.
Todo el mundo es bienvenido, no es necesario ser budista para participar, de hecho, el programa está destinado a cualquier persona que quiera conocer la vida en un templo. Este programa se puede disfrutar en 20 templos que ofrecen la estancia para extranjeros, los templos se someten a un estricto proceso de selección por el Cuerpo Cultural de la Orden Jogye del budismo Coreano.
En 2018, hice el programa de movilidad con la Universidad de Incheon, y fue en ese momento donde el departamento de idiomas, organizó ir al Templo Myogaksa (묘각사) para hacer el Programa Templestay – Where is your mind? para dar a conocer el budismo coreano entre los alumnos de movilidad y fomentar las relaciones con los estudiantes de la Universidad de Incheon con una escapada de dos días y una noche.
Yo no me lo pensé dos veces, y me apunté al programa con los ojos cerrados, quería experimentar cómo vive un practicante budista, y tengo que decir que es una de las mejores experiencias y recuerdos que me llevo de mi aventura por Corea del Sur.
El templo al que fuimos tenía su encanto, ubicado en plena ciudad, más concretamente en Jongno-gu y a pesar de no estar en un enclave natural único y excepcional como otros templos de Corea, es uno de esos templos que muestran esa convivencia entre tradición y modernidad con unas vistas que no dejan a nadie indiferente, tal y como podéis apreciar en la imagen de la derecha.
Antes de comenzar con el Programa Templestay, nos dieron una breve explicación grupal sobre el comportamiento que tendríamos que adquirir durante nuestra estancia, la prohibición total de beber alcohol y fumar en todas las dependencias del templo. El siguiente paso fue ponernos la vestimenta adecuada facilitada en todo momento durante el programa.
Otro factor a tener en cuenta es el respeto y la consideración por los demás, ya que el monasterio es una comunidad de prácticas espirituales se recomienda hablar en voz baja, caminar en silencio, ya que así es más fácil escuchar la voz interior. Los horarios del programa están fijados ya que es el mismo horario que realizan los monjes del templo y se debe cumplimentar en su totalidad.
Las actividades en el Templo comienzan a las 3 de la mañana, con varias ceremonias y actividades durante todo el día hasta las 21 de la noche. Antes de comenzar con el programa de actividades, los participantes aprenden sobre el comportamiento en los templos budistas en el hall del Buda. Al entrar en este hall, los visitantes pueden utilizar cualquiera de las entradas laterales, pero deben evitar utilizar la entrada central y deben quitarse los zapatos antes de entrar.
Entre las prácticas budistas tradicionales a realizar con Templestay, destacan el Yebool (예불) o cánticos religiosos, es una ceremonia budista que se realiza dos veces al día, durante el amanecer y el atardecer, la gente muestra su respeto y realiza ofrendas al Buda Sakyamuni y sus discípulos. La ceremonia empieza tocando los cuatro instrumentos Dharma: el tambor Dharma, la campana Dharma, el pez de madera y el gong en forma de nube. Se trata de un momento de oración que se hace para el bienestar de todos los seres vivos. Este fue sin duda un momento espectacular al amanecer con esa sensación de calma y serenidad tanto del cuerpo como de la mente, a pesar de no entender completamente las salmodias del Yebool, poder experimentar y oír esta ceremonia tan armoniosa es algo único y digno de vivir en primera persona.
Otra maravillosa experiencia que vivimos en el templo Myogaksa, es el Cham-seon (참선), una de las meditaciones Seon, significa contemplación o intuición, y a través de esta ceremonia puedes encontrarte con tu verdadero ser.
También nos enseñaron a hacer las 108 postraciones (108배) o reverencias, que es una de las prácticas budistas tradicionales de meditación en movimiento. Los budistas creen que los seres humanos atraviesan 108 períodos de sufrimiento en la vida y para liberarse de dichos sufrimientos se realizan estas postraciones. Éstas se hacen agachando el cuerpo y humillando el ego ante el universo, así comprendemos nuestra unión con este mundo. Hacer las 108 postraciones es otro camino de realización del verdadero “yo” en el budismo Seon y cada vez que realizas una postración introduces una cuenta en un hilo para así crear tu propio rosario budista (염주) para tus futuras prácticas de meditación en movimiento.
Esta parte fue la que más ejercicio físico requirió y no era obligatorio realizar las 108 postraciones, pero en mi caso las completé y pude comprobar el gran esfuerzo que realizan los monjes con este tipo de práctica, ya que al día siguiente tenía unas agujetas considerables.
También pudimos disfrutar de la ceremonia del té tradicional Da-seon (차담), otra practica de meditación; esta ceremonia consistió en preparar el té siguiendo las indicaciones del monje, y permanecer sentado en silencio escuchando las oraciones del monje mientras tomábamos el té.
Otra práctica budista tradicional que podrás experimentar si decides hacer alguno de estos programas Templestay sería el Balwoo-gongyang (발우공양), que son las comidas formales del monasterio, toda la comunidad come junta, compartiendo la misma comida, sin desperdiciar una gota de agua. El espíritu Balwoo-gongyang es igualdad, pureza, ahorro y solidaridad. La igualdad se refiere a que todos comparten la misma cantidad de comida, y pureza significa que la comida es limpia y se prepara en un ambiente limpio. Os puedo asegurar que esta práctica es una de las que más aprendí y creo que todos deberíamos practicarla más en nuestro día a día.
A parte de estas prácticas budistas tradicionales, ofertan la experiencia de vivir de cerca y conocer la tradición y cultura coreana con diferentes actividades como transcripción de sutras, elaboración de rosarios, pintura budista, elaboración de faroles de loto, conversación con monjes y meditación caminando. Estas actividades varían en función del tipo de programa y el templo en el que realices tu estancia.
Si te interesaría vivir esta experiencia en Corea del Sur sólo tienes que visitar la página web de Templestay y consultar los tipos de programas que ofertan, en qué templos los ofertan y escoger el que más se adapte a tu presupuesto, necesidades y actividades que te gustaría realizar. Pero sin lugar a duda si te interesa el budismo coreano es una de las mejores formas para conocerlo desde dentro y algo que recomiendo a todo el mundo.